Si bien, Lanús, tampoco pareció ser un equipo cohesionado y de buen juego, nunca hay que mirar por encima del hombro a un equipo argentino. Universitario, con la tranquilidad que le daba su casi infranqueable zona defensiva se aventuró a buscar el triunfo en cancha de los también granates y cuando pudo liquidar el encuentro se conformo con un empate que lo hacia depender de terceros – por segundo año consecutivo – y ahora hay que esperar que fulano no le meta mas de 4 a sultano, que aquel no pierda por mas de 3 con el otro y que los rojos le ganen a los de rayas negras.
Pareciera que los de Ate no aprendieron la lección, que la planificación del siempre cuadriculado Reynoso no les alcanzó y ahora apelan a la suerte. Universitario es una institución en crisis económica, administrativa y en ocasiones deportiva y necesita esa inyección económica que significa avanzar en la Libertadores (por temas de taquilla, publicidad y el bono que otorga el Conmebol) pero otra vez se la quieren perder cuando todo estaba listo para ser primeros en el grupo.
Otra situación particular, es la suspensión que recaería sobre Galiquio y Fernández, si llegaran a obtener el pase a octavos, luego de la bochornosa trifulca al final del partido y que pudo tener peores consecuencias, ya que las imágenes muestran a mas de dos jugadores merengue repartiendo golpe. Ambos, son piezas fundamentales en el esquema de Reynoso y el hecho de no contar con ellos seria dar muchas ventajas, tomando en consideración que la “U” clasificaría como uno de los peores segundos y jugaría ente uno de los mejores primeros.
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