lunes, 14 de diciembre de 2009

FLEITAS CORAZÓN

El defensor argentino de Alianza Lima, Leandro Fleitas, se mantiene en la sala de cuidados intensivos de la Clinica Maison de Santé del distrito limeño de Surco, tras sufrir triple fractura craneana en la zona parietal y un severo esquince de clavícula luego del impacto y posterior caída en jugada dividida con su compatriota Carlos Galván en partido disputado en el Estadio Munumental por la final del torneo nacional peruano.
El impacto entre ambos rudos jugadores fue tal que Fleitas se encuentra internado en una clínica local y sería operado entre el martes y el miercoles de esta semana a espera de la reabsorción de edemas en rostro y cerebro, mientras que el capitán crema sufrió un corte en la frente y fractura del tabique nazal que también requerirá intervención quirurgica.
Se informó que la situación es delicada pero el lateral aliancista se encuentra en estado de conciencia a pesar de haber perdido el conocimiento por espacio de 30 segundos y convulsionar camino a la clínica.
El estado de salud del deportista es informado por medios internacionales especialmente los argentinos que se mantienen al tanto de la situación de su connacional. Esperamos la operación a satisfacción y una pronta recuperación...

ALIANZA LIMA SUB CAMPEÓN 2009

En mi condición de hincha blanquiazul me permito hacer un análisis de la participación del equipo íntimo en los play off que significaron el sub campeonato 2009.

Alianza Lima llegó con un desgaste físico y emocional a la definición, producto de la reñida liguilla que le toco disputar en la que hasta la penúltima fecha luchó palmo palmo el derecho a disputar la finalísima ante un Universitario que, en honor a la verdad, culminó el descentralizado prácticamente sabedor que jugaría la final en base a su marcada diferencia de puntos con la que llegó a la liguilla de los pares.

En esta seguidilla de partidos Alianza se vio obligado a jugar con lo mejor de la galería, mientras que la U se dio el lujo de mantener la política de rotación de jugadores evitando el desgaste y permitiendo que participe casi la totalidad de la plantilla.

Una vez clasificado Alianza vivió un clima interno enrarecido; a la lamentable lesión de Claudio Velásquez, que se había convertido en el cómplice ideal de Jhonier Montaño para la sentencia de marcadores, se sumó la lesión de George Forsyth, llamado a ser el portero titular y lo que terminó por desestabilizar la columna vertebral del equipo fue la ausencia de Jayo en la primera final.

Gustavo Costas pagó caro la improvisación de Juan Diego Gonzales Vigil en la contención del medio campo y tuvo que corregir el traspié en pleno encuentro y si bien se superó el impase ya estaba con el marcador en contra y tenía a un Universitario totalmente concentrado en aburrir a Alianza y tuvo en Raúl Fernández su más alto valor.

Para el partido de vuelta, Alianza tenía que dar el 200% de su producción y no fue así. Otra vez fue sorprendido y superado en iniciativa por los cremas y en pocos minutos estaba otra vez abajo en el marcador. No había otra opción que ir en busca del resultado pero no tenía con qué. La U retrocedió sus líneas y mantuvo un importante orden en defensa y gano todas las pelotas divididas, además que todo rebote caía en pies de los merengues.

Alianza, presa de su desesperación siguió intentando pero lo poco que produjo fue desperdiciado por errores propios y por acciones de un agrandado Fernández.
Sin llegar a ser mezquino debo reconocer que la U fue justo ganador en ambos encuentros, no fue un equipo demoledor pero con el orden le bastó.

Alianza resignó el subcampeonato porque en ambas finales jugó bastante menos que en todo el torneo, además de pagar con creces el hecho de tener un plantel limitado que no le permitió realizar las variantes obligadas con jugadores que dieran la talla.

Mención honrosa para Salomón Libman que poco o nada pudo hacer en los goles (fortuitos) cremas. Mi reconocimiento para el Chino Contreras que se batió en la zaga imponiendo fuerza y amor propio. Me pongo de pie para elogiar al paraguayo Edgar Gonzales que sin lucir mucho estuvo oportuno y elegante en la marca, rápido e inteligente en los relevos y se dio maña para pisar el último cuarto del campo rival. (ojalá le renueven)

Solo puedo decir que para jugar una final se debe tener la convicción de querer ser campeón y para querer ser campeón hay que poner todo para ganar la final.