Ni el más optimista de los íntimos soñó con una noche así. Dando una lección de orden y entrega pasamos por encima a los campeones vigentes de la Libertadores y actuales sub campeones del mundo.
El pueblo blanquiazul (ahora más blanco que azul) está de fiesta y se lo debemos a esos benditos grones que estuvieron inspirados y al grandazo lo vieron chiquito, le pusieron el pecho a la responsabilidad y a pesar del trancazo inicial supieron reponerse y le pintaron la cara al más pintado. 4 a 1 contundente y sin atenuantes. Así de simple.
Hoy el sagrado nombre de ALIANZA LIMA debe estar en las primeras planas de todos los diarios y en las pantallas de todos los monitores futboleros del mundo y obviamente el nombre del Wilmer Aguirre destacando también, es que ayer se disfrazó de Perico León y tuvo a mal traer a la recia defensa gaucha que bailaba de aquí para allá al ritmo del “Zorrito”.
Pareciera que Costas le cambió el chip a este equipo y ya no juega con el libreto de la inspiración de Montaño y la reproducción en medio campo de Juan Jayo, sino que le ha imprimido el orden y el sacrificio a una plantilla que tiene como bandera la solidaridad y ya no es raro ver al Pato Quinteros tirándose de carretilla y ganando un mano a mano.
Los técnicos siempre dicen que los primeros defensas son los delanteros y ayer lo demostraron Aguirre y Fernández que impidieron en varios pasajes del encuentro que los laterales argentinos se sumen al ataque. Más atrás impecable el “Negro” Gonzales que lucho todo el partido y le robo el protagonismo a su amigo Verón. Villamarín y Prado en lo suyo, sin complicaciones y aplicados en la marca. Solís y Sosa nerviosos al comienzo pero superado el susto se plantaron bien y Libman refrendo su condición de garantía en el arco.
Si el rendimiento se mantiene a ese nivel y con proyección a elevar el juego nadie nos va a parar. Celebra grone que estamos de fiesta.
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